0958607367 | Quito, Ecuador | Trabaje con Nosotros
La primera reacción de quienes han decido que sus pequeños retornen progresivamente a las aulas será sentir angustia, nuestros corazones latirán a mil al escucharlos llorar y separarnos después de un extendido tiempo. Es válido experimentar estas emociones después de convivir con una pandemia que poco a poco parece estar controlada.
A continuación, mencionaremos como canalizar las emociones y circunstancias:
Por instinto natural nuestros pequeños y sus padres experimentarán temor e incertidumbre durante los primero días o semanas de adaptación. Sin duda ellos han sido quienes han afrontado todo este tiempo de la mejor manera. Permitámosles expresar a nuestros pequeños sus emociones y démosle el valor que se merecen. Como parte de esta expresión es normal que lloren, estén enojados, tengan dificultad para dormir, etc. Si vez que estas conductas no van mejorando y por el contrario incrementan cada día, te sugerimos hablar con la profesora que de seguro te podrá orientar y buscar soluciones.
También es normal que mamá y papá se sienta tristes y con angustia durante estos primeros días, si necesitas llorar hazlo, puede ser en un momento de soledad o en la compañía de tu pequeño, si estas junto a él dile que te sientes triste pero que todo va a estar bien.
Platicar con nuestros pequeños sobre lo que hará en la escuela y lo divertido que será volver a jugar con sus amigos o compañeros le ayudará a minimizar su temor, miedo y angustia. Comentarles qué haremos nosotros después de dejarles en la escuela los ayudará a sentirse seguros, con más calma al saber que pronto regresaremos por ellos.
Mientras nuestros pequeños se encuentran a buen recaudo podemos ir retomando ciertos pendientes como: el proyecto de tesis inconcluso, ese emprendimiento que nos persigue y no lo hemos intentado, o simplemente dedicar tiempo a nosotros mismos. Optimicemos esas horas para tomar una ducha prolongada de agua caliente o una taza de café caliente. Todo es permitido y válido, hemos aprendido que somos seres moldeables y adaptables a las circunstancias.
Escrito por: Norma Pelagallo, Psicóloga Infantil, Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640