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La aventura de tener un bebé puede generar distintas emociones en sus padres, desde alegría hasta ansiedad e incluso temor, más aún cuando se trata de un bebé prematuro, puede tratarse de una experiencia difícil que marca la vida familiar.
Esto sucede porque debido a su condición estos pequeños necesitan cuidados médicos distintos a los bebés nacidos a término, lo que puede provocar que no se establezca el contacto físico y verbal con la madre, tan necesario en las primeras semanas vida. Es decir, generar un vínculo madre-hijo resulta complicado.
Sin embargo es necesario que se busque la manera de acercarse al bebé y demostrarle seguridad, afecto y confianza, ya que el tipo de apego que establece con la madre determinará el desarrollo de su personalidad y por lo tanto su vida adulta. Una manera de generar apego puede ser a través de ejercicios de estimulación temprana, cuyo beneficio más importante es crear vínculos positivos entre padres e hijos.
Escrito por: Andrea Artieda Psicóloga Clínica. Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640