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Frases que puedes decir cuando tu hijo experimenta miedo

  • 2021/05/06

 

Todos  experimentamos miedo en alguna etapa de nuestras vidas. Podemos experimentar miedo a sencillas situaciones, objetos y pensamientos (oscuridad, hacer amigos, caídas y golpes, quedarnos solos, algún insecto, hablar frente al público, etc.). El miedo es una emoción natural, adaptativa que produce en nosotros un valor de supervivencia.

Los niños al experimentar miedo activan sus reacciones ante situaciones de peligro y eso les permite adquirir habilidades para enfrentarse a situaciones nocivas o amenazantes de la cotidianidad. Muchos miedos (naturales o  aprendidos) son propios de la niñez que van desapareciendo al llegar a la adolescencia. Como cuidadores y personas responsables de su equilibrio emocional debemos estar prestos a menguar sus miedos a tiempo y con calma. 

A continuación mencionaremos frases que tranquilizan a los niños cuando experimentan miedo.

¡Tranquilo, mamá está contigo!

Sin duda esta frase es la mejor. Cuando mencionamos estas cortas y sencillas palabras con nuestros pequeños inmediatamente produce en ellos calma al sentir el apoyo moral (no estás solo) que papá, mamá o cuidador muestran muy empáticamente (con abrazos o besos) frente a lo que el niño está sintiendo en ese momento.

Oh mi amor, ¿a qué le tienes miedo?

Indagar a qué le tiene miedo es una de las maneras sencillas de conocer por qué mi hijo está experimentando miedo. Por alguna frase mal dicha, una acción negativa o quizás algún objeto que influya negativamente y cause temor. Aceptar y permitir que mi hijo llore es muy valedero porque como madre, padre o cuidador estoy mostrando empáticamente que estaré presente en sus momentos de miedo (llanto) y tranquilidad (alegría). Convirtiéndonos en su soporte emocional base, indispensable para el desenvolvimiento de sus relaciones sociales futuras.

Todo va a estar bien, no te preocupes

Expresarle a nuestros hijos que lo que está sintiendo es normal (miedo) y momentáneo nos permite afianzar su autoestima e ir moldeando la seguridad en sí mismo.

Tranquilo hijo, ya pasó.  ¡Abrázame!

El contacto físico en los niños actúa como analgésico emocional y las palabras (asertivas) actúan modificando nuestra conducta produciendo en ellos calma y  tranquilidad frente al miedo que es momentáneo.

 

 

 

 

 

Escrito por: Norma Pelagallo, Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640

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