Muchas veces consideramos que los niños pequeños no logran entender lo que sucede a su alrededor, pero sucede todo lo contrario. Logran percibir todo con la diferencia que aún no suelen manejar diversas situaciones angustiantes que en la cotidianidad aparecen y suelen manifestarlo a través de la ira.

A continuación, mencionaremos cinco frases que debemos evitar cuando nuestros niños no logran manejar sus arranques de ira:

¡Qué exagerado eres!

Considerar que es una exageración lo que está sintiendo es lo mismo que negar o hacerle sentir que nos está mintiendo sobre lo que siente. Procuremos ser más empáticos, no siempre los niños logran manejar sus emociones y como respuesta tendremos llanto o quizás gritos.

Ya vez te lo dije!

Tan natural es dar esta respuesta a nuestros hijos que solemos dejar pasar por desapercibido lo qué están sintiendo, no ayuda para nada nuestra negativa respuesta. Es bueno mostrarnos neutrales ante la situación, no recalcarle lo que previamente sucedería, pero es a través de la experiencia que ellos van aprendiendo. De lo contrario nunca aprenderían a manejar sus emociones y no sabrían las consecuencias de no saberlo manejar a tiempo.

¡Cámbiame esa cara!

Mencionar esta frase lo único que hace, es confundir mucho más al niño. Lo que el niño busca en nosotros es alguna explicación de lo que le causa ira, molestia, enojo. Explicarle con palabras de tono suave y de manera calmada beneficia a que el niño pueda en su enojo lograr escucharnos y salir de ese aire de ira que limita cualquier opción de cambio.

¡Yo no tengo la culpa!

Hacerlos responsables totalmente de sus malas acciones tampoco es lo correcto, nosotros como padres somos tan responsables como ellos. Mientras van creciendo nosotros somos sus guías, quienes debemos encargarnos de moldear sus momentos de llanto, de ira, etc. Como familias responsables debemos trabajar a diario para fomentar acuerdos que beneficien a todos.

¡No sabes escuchar!

Los niños y todos aprendemos a través de la experiencia por lo que muchas veces el que ellos nos logren escuchar al inicio es algo poco frecuente que suceda. Con el pasar del tiempo ellos van entendiendo mejor las situaciones y con la experiencia ganada de una u otra ocasión similar los enseñará que el consejo de mamá o del cuidador es realmente coherente.

Escrito por: Norma Pelagallo, Psicóloga Infantil, Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640