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Y después de muchas noches nuestro bebé va creciendo y ya no encaja en su colecho, gana talla y peso por lo que el espacio se vuelve reducido para su comodidad nocturna. Por consideración y afecto solemos compartirles nuestra cama, espacio considerable que posee altura y distancia que se torna un tanto peligrosa a la hora de dejarlo con nosotros.
Conforme el tiempo avanza el bebé va logrando ciertos logros necesarios para su convivencia, mismos que le ayudarán a lograr madurez sobre cada uno de sus miembros y así llegar a desplazarse por sí solo. Poco a poco logrará controlar sus movimientos de manos, podrá mantener el equilibrio en su cuello, cabeza y tronco para luego sentarse por sí solo, por lo que es preciso adecuar el piso con fomix o colchonetas para jugar.
Bajar los juguetes, las almohadas, libros y todo lo que estimule al pequeño es una buena estrategia para que entre el mes 6 aproximadamente lo motivemos e iniciemos a mantenerse boca abajo y comience a desplazarse por sí sólo. Es una estrategia válida a la hora de ayudar a nuestro pequeño a conseguir los logros que le corresponden según su edad. Debemos mantener limpio su espacio y sus juguetes a la vez para mayor seguridad.
También es válido adecuar una cama al ras del piso ya que usualmente suelen ocurrir accidentes cuando los dejamos en nuestra cama. Siempre que nuestro bebé logre ya girar debemos estar atentos y procurar mantenerlo más tiempo sobre su espacio de juego o a su vez en su cama, procurando que sea una cama baja para evitar golpes.
De esta manera tu bebé podrá tener independencia y subirse y bajarse de la cama con mucha facilidad y sobre todo evitando caídas y sustos que no nos gustaría llevarnos.
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Con cariño
Sandra
Psicóloga y especialista en estimulación temprana