Si evocamos nuestra infancia de primera mano podemos decir que no, nunca vimos a una maestra en casa enseñándonos a gatear o caminar, pero de lo que si podemos acordarnos es del tiempo y espacio que teníamos para desarrollar nuestra imaginación, para brincar e intentarlo muchas veces. Si recordamos vivíamos rodeados de la familia, tíos, primos, sobrinos, abuelos que motivaban el lenguaje, con canciones o conversaciones que permitían estimular de alguna forma; pasábamos de mano en mano y de casa en casa. Al estar en contacto fluye el aprendizaje y el movimiento en los niños beneficiando la actividad motora gruesa y fina.

Decir que nuestros padres nos llevaron al centro de estimulación es una idea errónea, nuestros padres solían tener varios hijos por lo que la economía no alcanzaba para un servicio formal, lo que si había en casa era la cercanía de la familia, los vecinos y de todos quienes hacían parte de la crianza de los más pequeños de casa.

Fuimos estimulados indirectamente, con los primos y tíos que inquietaban a realizar alguna actividad, alguna salida al terreno baldío que estaba junto a casa, al bosque, o al parque que hoy en día son muy escasos. Se nos permitía ensuciarnos, mancharnos y tocar lo que mamá o abuela cocinaba, se nos enseñaba a desgranar como pasatiempo familiar. Tiempo que ahora se ha visto limitado por la pandemia o por las ocupaciones pero que se puede rescatar y beneficiar mucho a nuestros pequeños.

Al parecer entonces si tuvimos estimulación temprana en nuestra infancia, eso si no como la que recibimos ahora, ya que las circunstancias han cambiado y el ambiente en el que crecimos era muy distinto al que tenemos hoy. Por esto es importante ahora que somos padres poder conciliar esos dos mundos que vivimos y llenar a nuestros hijos con experiencias estimulantes y  enriquecedoras de la infancia  y también aprovechar de los grandes avances en ramas como la psicología y la neurología y apoyar el aprendizaje de nuestros hijos aprovechando todas las herramientas que tenemos hoy.

Escrito por: Norma Pelagallo, Psicóloga Infantill, Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640