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Normalmente nuestro bebé sonríe desde que está en nuestro vientre y al nacer responde ante cosquillas en sus mejillas, barriguita, o cuando percibe algún sabor dulce o aroma agradable por lo que se considera que solo es un reflejo innato ante algún estímulo. Datos de un estudio reciente dan a conocer que la “sonrisa social” en los bebés aparece justo después de las 4 semanas de su nacimiento.
Los bebés a medida que van creciendo van fijando su mirada por ciertos objetos como los objetos de color rojo, negro o blanco, que se mueven y que son brillantes. A partir de los dos meses el bebé reconoce las expresiones de papá o mamá y logran imitar sus expresiones, les agradan los sonidos suaves como la voz de mamá o papá y por ello sonríen como muestra de agrado. Las sonrisas son, junto con los balbuceos, los movimientos de cabeza y de manos, algunos de esos gestos que el niño repite por imitación.
Entre los 4 y 8 meses aparece la sonrisa diferencial, es aquella risa infantil en la que el bebé logra identificar rostros, allí empieza a decidir ante cuáles sonreír y ante cuáles no. A veces el bebé permanecerá indiferente y, en otros casos, hasta puede que llore. Durante este periodo el niño comienza a reconocer el significado de las sonrisas y demás expresiones de las otras personas.
Hacia los ocho meses y los 12 meses los niños desarrollan la sonrisa intencional. Se la llama así porque el niño es capaz de utilizar la sonrisa y risa para lograr metas y objetivos. Así es como comienzan a hacer cosas para llamar la atención o para ver cómo reaccionan los demás. Ya al año de vida, la sonrisa es consciente y empática. El niño expresa alegría y bienestar al sonreír y reconoce esas sensaciones en los demás y las comparte.
Escrito por: Norma Pelagallo, Psicóloga Infantil, Animus Estimulación Temprana, 0984608640
Fuente:
Cristian Vasquez (Abril, 2014) ¿Por qué sonríen los bebés?
https://www.consumer.es/bebe/por-que-sonrien-los-bebes.html