Por generaciones los consejos de abuelas, de tías y de nuestras madres han estado siempre frente a la crianza de nuestros pequeños. Temas que de alguna manera influyen positiva o negativamente sobre las decisiones de los padres o no. Ser padres es todo un arte, porque cuando nace un hijo nacen a la vez experiencias únicas e irrepetibles que nos impulsan a velar por su crecimiento y desarrollo integral.

Mientras transcurre el tiempo nuestros pequeños van creciendo y nuestra labor como padres se vuelve mucho más exigente. Buscamos siempre lo mejor para ellos, sea con juguetes o con artículos que tradicional y comercialmente se han usado en el pasado para impulsar en el niño el inicio de la marcha, artículos que inconscientemente le restan importancia al gateo, impidiendo de alguna manera el desarrollo motriz natural del bebé.

De acuerdo al criterio de muchos galenos es desaconsejable y poco beneficioso que los niños pasen tiempo en los llamados “andadores” por la simple razón de que se restringe la exploración natural en el suelo, impidiendo que logren gatear. Recordemos que el gateo es un hito del desarrollo imprescindible ya que al ejecutar este movimiento se efectúa el patrón cruzado, es decir el bebé logra alternar la pierna izquierda con la derecha y el brazo derecho con el izquierdo permitiendo sincronizar sus movimientos.

Otra desventaja que trae consigo el uso del andador es que impide que los brazos no se muevan al compás de sus piernas, lo que resulta perjudicial para el equilibrio del bebé a la hora de ejecutar la marcha, además permanecer en el andador hace que el niño camine hacia los lados en vez de caminar de frente por lo que suelen efectuarse una serie de accidentes y traumatismos craneoencefálicos significando un peligro. Procuremos dedicarle tiempo a nuestros pequeños respetando siempre sus ritmos de aprendizaje para que logren adquirir un desarrollo integral.

Y si ya tienes en casa un andador te recomiendo quitarle las ruedas y tenerlo como una estación estática, ahí podrás   darle de comer a tu bebé, mirar libros, etc.

Puedes construir espacios seguros en el suelo, con una colchoneta o piso de fomix, juguetes y quitando objetos peligrosos.

Ahora ya sabes porque decirle NO al andador!!!

Escrito por: Norma Pelagallo, Psicóloga Infantil, Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640