Los hay altos, bajos, delgados, con bigote, con barba, algunos son chistosos otros más enojones, pero algo que todos comparten es el amor por sus hijos.

Poco se habla de lo que los papás sienten. Actualmente los padres cada vez se involucran más en la crianza de sus hijos y están más abiertos a expresar sus sentimientos.

Los papás son esos seres que nos brindan protección, seguridad, nos ponen límites y nos enseñan el mundo desde su energía masculina.

Vamos creciendo junto a ellos, jugamos, reímos, peleamos, incluso nos distanciamos pero el tiempo hace su trabajo y nos volvemos a encontrar. Las circunstancias cambian y es increíble ver cómo va cambiando la relación con nuestros padres a lo largo del tiempo.

• Cuando somos niños: Papá es muy guapo y muy alto, él lo sabe todo y lo puede todo. Lo amo y él me ama.
• Cuando somos adolescentes: Papá no me escucha, está en mi contra. No lo quiero cerca, él ya no me ama
• Cuando somos adultos-jóvenes: Le voy a pedir un consejo a mi papá, de seguro él sabrá que hacer. Quisiera verlo más seguido pero no tengo tiempo.
• Cuando somos adultos: Papá ya no es tan fuerte como antes, tenía mucha razón en ciertas cosas que me decía. En estos momentos él me necesita, lo amo y sé que él me ama.

A pesar de los cambios que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida, el amor entre padres e hijos siempre está presente, este amor nos fortalece y nos enseña, y aunque tengamos 30, 40 o 50 años en nuestros corazones papá seguirá siendo nuestro Superhéroe!!

PD: ¡Yo también tengo un Superhéroe se llama Manuel y aún lo veo con los mismos ojos de amor que cuando era niña!

Escrito por: Sandra Reyes G., Psicóloga Clínica, Directora Animus Estimulación Temprana, 0984608640