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Al nacer, los pies de los bebés suelen medir 75 mm aproximadamente, y en los primeros meses de vida son redondos debido a una gran capa de grasa que rodea la planta, que no deja ver ni la forma del pie ni el arco plantar. Durante el crecimiento, cada hueso del pie se va osificando a una edad diferente.
A continuación mencionaremos ciertas curiosidades sobre los pies:
Son sensibles
Las plantas de los pies tienen cientos de terminaciones nerviosas. Con sólo tocarlas suavemente se experimenta una sensación general de bienestar y relax. Los pies son sensibles, delicados y resistentes por lo que masajear los pies sirve para relajar y aliviar cualquier tensión en los bebés.
Son la última parte del cuerpo que mi bebé conoce
Los bebés conocen sus pies casi al final porque son la parte del cuerpo que está más lejos de su campo visual, por lo que poco a poco aprenden a quitarse las medias o se llevan a la boca. Esto es muy frecuente y natural, debido a que el pie es un importante receptor sensitivo. Los bebés se basan en estos gestos para conocer más el medio en el que comienzan a vivir y desarrollarse.
Sensibles al frio
Cuando llega el invierno y las temperaturas se desploman, algunas partes de nuestro cuerpo se resienten con estos cambios drásticos del entorno. En concreto, la nariz, las orejas y, sobre todo, los dedos de manos y pies, son los que más sufren con estas variaciones térmicas. Esto se debe a estrechamientos vasculares, que afectan a la cantidad de sangre que circula cuando descienden los termómetros en zonas donde las venas son más finas y escasas.
Cuéntame que te parecieron están curiosidades sobre los pies de tu bebé.
Escrito por: Norma Pelagallo, Psicóloga Infantil Animus, 0984608640